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Si estás leyendo esto es por qué has decidido comprar un juguete por primera vez y aquí estamos para ayudarte porque normalmente cuando empiezas a buscar por internet la cantidad de productos y tiendas eróticas es exageradamente larga.

Por mucha higiene y cuidado personal que tengamos debemos asegurarnos de limpiar a fondo los juguetes sexuales después de usarlos con el fin de eliminar cualquier rastro de lubricantes y fluidos corporales.

¿Qué ocurre con la salud y seguridad de las personas?

Nos ponemos en la piel de los clientes. Creemos que sería de agrado, que la empresa a la cual queremos comprar por internet nos ofrezca una gran variedad de productos y unos precios asequibles, pero que también tenga ese tacto a la hora de vender sus productos, es decir, tacto en la calidad de los juguetes que está vendiendo, eso es sinónimo de salud y seguridad.

Los ftalatos son un grupo de compuestos químicos que se encuentra en muy alta concentración en los juguetes sexuales. Son el equivalente al aceite de palma, que hace que todo sepa más rico, pero a costa de tu salud. Los ftalatos hacen que los plásticos sean más suaves y tengan mejor olor.

A MÁS ALTA CALIDAD

Silicona de grado médico: 

No poroso, fácil de limpiar, hipo alergénica. Limpiar con agua y jabón. Usar lubricante acuoso, de silicona no se puede. 

Cristal, metal y madera:

Seguros, fáciles de limpiar.

En Japón, a veces llaman a las muñecas sexuales «Dutch Wives», porque la muñeca sexual más antigua se atribuye a los marineros holandeses del siglo XVII que ya usaban muñecas de tela para aliviar el deseo sexual durante los largos viajes por mar.

Quizás lo primero que pensemos es que suelen comprarlas hombres solteros, pero no es siempre ni mayoritariamente así.

La mayoría de muñecas están hecha en TPE y Silicona. TPE tiene muy buena elasticidad, se puede estirar de 6 a 10 veces y aún puede volver a su tamaño original.